miércoles, 26 de agosto de 2009


Ceferino Namuncurá, Beato - Joven Salesiano

El beato Ceferino Namuncurá es el hijo de un cacique Mapuche que quiso ser sacerdote y llegó a estudiar en Roma, donde conoció al Papa Pío X. Hoy se lo venera en toda Argentina y año tras año miles de peregrinos recorren los lugares donde transcurrió su vida y descansan sus restos.


En la localidad de Chimpay, situada en pleno corazón del Valle Medio del Río Negro, nació, el 26 de agosto de 1886, Ceferino Namuncurá. Era hijo del cacique indígena Manuel Namuncurá (heredero de Calfucurá, el legendario jefe mapuche que resistió largamente a los blancos en su avanzada hacia las tierras del sur) y de una cautiva, Rosario Burgos.


Estudió en un colegio de los Padres Salesianos y allí descubrió su vocación: quería ser sacerdote para llevar a la gente de su raza el mensaje del Evangelio. Desde muy joven su salud no era muy buena, pero comenzó sus estudios sacerdotales en Viedma. Allí lo descubrió Monseñor Cagliero y decidió llevarlo a estudiar a Roma, creyendo que el cambio de clima lo beneficiaría.


Una vez en Roma es recibido por el Papa Pío X frente al cual pronuncia un breve discurso. Su salud continuaba desmejorando y finalmente, al año de encontrarse en Roma, fallece. Era el 11 de mayo de 1905 y todavía no había cumplido los 19 años. Se dice que el Papa, entristecido, dijo: "Era una bella esperanza para las misiones de la Patagonia, pero ahora será su más válido protector". Hoy en día este "indio santo" de la Patagonia se encuentra en proceso de canonización.


Años después sus restos fueron trasladados a la localidad de Pedro Luro, en la provincia de Buenos Aires, en lo que fuera el Fortín Mercedes, lugar histórico fundado por el General Juan Manuel de Rosas durante su expedición al sur. Actualmente hay en el lugar una reconstrucción de un fortín de la época que los visitantes pueden recorrer.


En Chimpay (provincia de Río Negro, Argentina) su lugar de nacimiento, se conmemoran muy especialmente las fechas de su muerte y nacimiento. Esta última, en particular, da lugar a toda una semana de festejos que culminan el domingo posterior al 26 de agosto con una tradicional procesión, que llega hasta el Monumento a Ceferino. En este lugar hay un gran parque junto a la ribera del río, que brinda la posibilidad de un tranquilo y agradable descanso para el peregrino.


¡ GRACIAS CEFERINO!!! GRACIAS POR TU INTERCESION EN EL CIELO POR TODOS LOS JOVENES ESPECIALMENTE POR LOS MAS ABANDONADOS, GRACIAS POR SER MI AYUDA. TE RUEGO QUE ME ENSEÑES A SER UTIL A MI GENTE, COMO AÑORASTE VOS.
Y QUE PUEDA CONSTANTEMENTE RECORDAR CON CEFERINO CACIQUE, NADIE SE ACHIQUE. AMEN

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