lunes, 29 de abril de 2019

HOMILIA DOMINGO TERCERO DE PASCUA cC (5 de mayo 2019)

DOMINGO TERCERO DE PASCUA cC (5 de mayo 2019) Primera: Hechos 5, 27-32.40-41; Salmo: Sal 29, 2. 4-6. 11-12a. 13b; Segunda: Apocalipsis 5, 11-14; Evangelio: Juan 21, 1-19 Nexo entre las LECTURAS Cada Domingo (como dicen los textos) debería ser, una experiencia de encuentro con el Señor, con consecuencias concretas en el estilo de vida durante toda la semana… y así todas las semanas del Año. ¿Quiénes somos la comunidad cristiana?: a) somos unos creyentes -pecadores, pero creyentes- que nos reunimos cada primer día de la semana (el Domingo) en torno a Cristo Jesús; b) escuchamos su Palabra y nos alimentamos de Él mismo, en el Pan y Vino consagrados; c) alzamos la mirada hacia el Cielo, prefigurado en esa asamblea del Apocalipsis, que celebra con entusiasmo el triunfo del Señor, así nos unimos a sus himnos de victoria (por ejemplo, el Santo Santo Santo que lo cantamos en unión con los ángeles y los santos). Y a continuación… d) nos sentimos «enviados» para vivir la Caridad en nuestras ocupaciones diarias, como signo profético en medio del mundo, para dar testimonio de esta «aparición pascual» de nuestro Señor, y ser, en nuestros ambientes, levadura, fermento y sal: un espacio de libertad, de esperanza y de entrega fraterna. Signos, nosotros mismos, del Señor Resucitado. Si es así, echaremos las redes y no será en vano… y el mundo exclamará: ¡ES EL SEÑOR! Temas... La misión de la Iglesia. Cada evangelista muestra, a su manera, la misión universal de la Iglesia. San Juan en el evangelio de hoy recurre, siguiendo su estilo propio, a los símbolos. a) El mar como imagen del mundo y del conjunto de los hombres. b) Era común -en tiempos de Jesús y del evangelista-; e igualmente común, al menos entre griegos y romanos, la imagen de la nave... Los primeros cristianos, basándose en algunos textos del Nuevo Testamento (Lc 5,3; Mt 8, 23; Mc 1,17; Jn 21, 1-14), hablaron de la nave de la Iglesia. c) Hay otro símbolo que es exclusivo de Juan… al número de peces recogidos: 153. (Es conocido que, en la cultura contemporánea de Jesús, el símbolo numérico tenía un gran valor y era usado con no poca frecuencia. Ciento cincuenta y tres indica plenitud y totalidad. Se suele explicar de dos modos: 1 + 3 + 5 es igual a 9, que siendo múltiplo de 3 subraya la plenitud en grado sumo (3x3). Otro modo de explicar el valor pleno y total de este número es el siguiente: el múltiplo de 12 es 144; si a 144 sumamos 9 obtenemos 153. Es una manera de acentuar todavía más la totalidad). En resumen, la misión de la Iglesia, en el mar del mundo, no es otra sino la de ser pescadores de todos los hombres sin excepción y llevarlos al puerto seguro de la fe y de la eternidad. d) A esta imagen de la nave y de la pesca, sigue a continuación otra: la del pastor y las ovejas. Jesucristo, Buen Pastor, encomienda a Pedro: "Apacienta mis ovejas". Ezequiel había hablado del Dios como Pastor de Israel; ahora Jesús recurre a la misma imagen para hablar de sí mismo como Pastor de la Iglesia, y da a Pedro su misma misión. Buen Pastor es aquél que cuida, ama, protege, llama (Palabra) y apacienta a sus ovejas, y las defiende de los lobos hasta dar la vida (ser comido en la Eucaristía) por ellas. La misión de Pedro y de los pastores en la Iglesia es acompañar/ayudar para que todas las ovejas alcancen la salvación de Dios. Llamados a realizar la misión. En los Hechos de los Apóstoles (primera lectura) se realiza la misión mediante la predicación. Los apóstoles han predicado a Jesucristo, sobre todo el grande misterio de su muerte y resurrección, y las redes comienzan a llenarse de peces. Es tal la eficacia de la predicación, que las autoridades judías se asustan y meten a los apóstoles en la cárcel. "Pero Pedro y los apóstoles respondieron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". Quien ha recibido la misma misión de Jesucristo, ¿podrá renunciar a ella? ¿podrá igualarla a cualquier otra misión en la vida? A los apóstoles les parece imposible, y no tienen miedo a pagar cualquier precio por realizar su misión. Pero no se puede llevar a cabo la misión sin el culto, particularmente la actitud de adoración hacia Jesucristo, el Cordero degollado. "Digno es el Cordero degollado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza" (segunda lectura). Para que la misión de los apóstoles se realice plenamente, la predicación tiene que desembocar en el culto y del culto nace la misión (Concilio Vaticano II, beato mártir Enrique Angelelli). Conocer que Cristo ha muerto y resucitado por nosotros, sin llegar a adorarle como nuestro Dios y Señor, es dejar incompleta la misión, es no misionar. Sugerencias… La misión en el mundo. El mundo ha llegado a ser, en nuestros días, una aldea global. Para los medios de la información, de las finanzas, de las ideas y de las redes sociales, no existen fronteras. Una celebración/ceremonia pontificia puede verse/seguirse simultáneamente en cualquier rincón de la tierra y, gracias a internet, puedes entablar un chat sobre cualquier tema con hombres y mujeres a miles de kilómetros de distancia de tu habitación. Los cristianos, mediante todos estos instrumentos, entramos en contacto con personas que tienen otra visión de la vida, que viven según otros modelos de existencia, que practican otra ‘religión’ y aceptan otras creencias. Este fenómeno puede suscitar cierto estado de crisis en los discípulos misioneros (católicos)… puede, incluso hacernos caer en un cierto relativismo religioso… pero puede ser por mejor UNA ESTUPENDA OCASIÓN para poner en práctica, en grandísima escala y con los medios más avanzados, la misión universal de la Iglesia. ¿Cuándo ha tenido la Iglesia más medios para predicar a Cristo desde los tejados, con sus numerosísimas antenas? Estamos quizá ante el desafío histórico más imponente en la obra misionera universal de la Iglesia. Esta gran misión universal no la llevan a cabo unos pocos misioneros en tierras no evangelizadas; la puede llevar cualquier cristiano, tú mismo la puedes llevar adelante, desde tu casa o desde tu despacho, desde el lugar de trabajo o de descanso. Se ve claro que la misión universal de la Iglesia requiere que cada cristiano sea un hombre creyente que ame a Dios y a los demás como Cristo nos enseñó, y esté preparado para dar razón de la esperanza a quien se lo pida: en la calle, en la oficina, o en internet… en su vida, dando la vida… intentarán callar a los cristianos, pero no podrán callar el Evangelio (beato Carlos Murias, mártir). El culto de adoración. Tal vez se ha puesto el acento en Jesucristo amigo, maestro, modelo en cuanto hombre igual que nosotros, y se ha dejado un poco en el silencio la figura de Jesucristo, como nuestro Dios y Señor, el Cordero sacrificado que nos redime. Estas u otras razones, tal vez cada uno conozca muchas otras, han hecho bajar el sentido cristiano de la adoración. Esta semana debería ser una ocasión magnífica para renovar y recuperar el espíritu de adoración debida a Jesucristo. Nos dice el catecismo: "Por la profundización de la fe en la presencia real de Cristo en su Eucaristía, la iglesia tomó conciencia del sentido de la adoración silenciosa del Señor presente bajo las especies eucarísticas" (CEC 1379). ¿No habrá que avivar y reavivar la conciencia de esta presencia de Jesucristo Dios en la Eucaristía? El mismo catecismo añade en el no. 2145: "La predicación y la catequesis deben estar penetradas de adoración y de respeto hacia el nombre de Nuestro Señor Jesucristo". ¡Un momento de reflexión y examen para los catequistas y predicadores! El mundo, para renovarse, tiene necesidad de una Iglesia más adorante. María, Virgen y Madre, ruega por nosotros y acompáñanos en la misión… ven con nosotros a caminar… Área de archivos adjuntos

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