viernes, 31 de julio de 2009


Julio 29-2000 –14,30 horas

Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Guemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.
Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo.

En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).

Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.
Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.

A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.
Este era nuestro único contacto.

A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.
Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.

La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.

¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!

Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.

Lo mismo ocurre con el Pami. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.

Valga un solo ejemplo: el Pami tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).

Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.

El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.

Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano.

Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el pacientes es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. “Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?”. “Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe”. El cirujano “de real valor” además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!

Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las “indicaciones” de su cardiólogo. “¿Doctor, usted sigue operando?” y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.
Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional.

Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna “lecture” de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el “sistema” y el dinero es lo que más les interesa.

La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter echo, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos.

No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle “la operación económica” y entregará el sobre correspondiente!.

La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir “no hay camas disponibles”.

Nuestro juramento médico lo impide.

Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.

En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben.
Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando.

Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.

¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?

Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.

La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!

Sin duda la lucha ha sido muy desigual.

El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.

Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al “sistema”.

Sí al retorno, sí al ana-ana.

“Pondremos gente a organizar todo”. Hay “especialistas” que saben como hacerlo. “Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado”. “Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación”

¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!

En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.

Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: “a mí no me ha derrotado nadie”. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo.

“¡La leyenda, la leyenda!”

Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.

Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.

Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.

No puedo cambiar.

No ha sido una decisión fácil pero sí meditada.
No se hable de debilidad o valentía.

El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.

Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.

Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.

En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.

En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.

A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.

Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.

Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro

Dr. René Favaloro

miércoles, 29 de julio de 2009


Revista Buenanueva) Cuando el salmista clama “Dichoso el hombre a quien corrige el Señor” (Sal 93,12), Sergio lo certifica con su vida. Como educador inescrutable que usa de paciencia y de misericordia, Dios le ha atraído hacia sí con lazos de infinita bondad. Con 29 años le diagnosticaron una enfermedad tan agresiva como extrema, por la que estuvo a punto de perder la vida, pero quiso Dios que, contra todo pronóstico, el mal remitiera.
Hoy por hoy se encuentra recuperado y, lo más sorprendente, agradecido porque esta dolorosa circunstancia le ha hecho renacer a la vida plena: su matrimonio, la paternidad, su profesión, la relación con el prójimo, todo se llena de contenido y Dios ocupa ahora el centro de sus deseos y voluntad. El sufrimiento y la debilidad le han hecho descubrir lo que conocía de oídas, el amor infinito de un Padre vivo y cercano.
Testigos somos de otro encuentro cara a cara con el misterio de la Cruz: escándalo y necedad para el mundo, sabiduría para el cristiano.


¿Cuándo empezaste a sentirte mal?
Sergio: El día que íbamos a bautizar a mi hija Isabel me levanté con temblores, mareos y dolores por todo el cuerpo. Yo sólo deseaba encontrarme bien durante la misa para no llamar la atención y así pasó. Pero de vuelta a casa comencé de nuevo a sentirme mal, nos fuimos al hospital y ya me ingresaron.





¿Imaginabas que tenías algo serio?
Sergio: Sabía que no era ninguna tontería y que iba para largo. Los dos primeros días estaba convencido de que me moría y eso me hacía sufrir, aunque más que por la muerte en sí, porque iba a dejar solas a María, mi mujer, y a nuestra hija Isabel, que tenía dos meses. Pasaron los días y me tranquilicé, pero físicamente me iba poniendo peor.

¿Cómo iba trascurriendo la enfermedad?
Sergio: A veces pensaba que estaba como Jesucristo crucificado; con dos vías en cada brazo y los pulmones drenados porque estaban encharcados. Llegué a estar más de veinte días sin admitir ningún alimento, sólo por vena. Me dolía todo el cuerpo, hasta la respiración de la gente me molestaba. La morfina no me hacía efecto, pero curiosamente tenía paz y sé que no venía de mí. Sabía que estaba rezando por mi mucha gente y notaba el poder de la oración por la comunión de los santos. Además, recibí la unción de enfermos y esto también me ayudó.


María: Nunca he visto a una persona afrontar una situación tan extrema con tanta paz. Llamaba la atención cómo agonizaba en la cama y no le oíamos decir ningún reproche.


¿Cuándo te dieron el diagnóstico?
Sergio: Me hicieron la biopsia y luego me operaron. Recuerdo que cuando me llevaban hacia el quirófano le decía a Dios: “Ten compasión de esta piltrafilla y acéptame en el cielo”. Estaba tan convencido de que me iba a morir que me daba pena no haberme despedido de la gente. Salí con vida de la intervención y más tarde me dijeron que padecía un Linfoma no Hodgkin muy agresivo.


¿Cómo te lo tomaste?
Sergio: Como he dicho, lo viví con paz, pues sabía que nada es por casualidad. María y yo nos pasábamos el día rezando, pero no pidiendo mi curación, sino porque nos sentíamos consolados. Empecé a descubrir que el dolor tiene un sentido de redención muy grande. Como me preocupaban dos circunstancias por las que estaban pasando algunos familiares míos, decidí ofrecerlo por ellos.

¿Cuándo comenzó a remitir la enfermedad?
Sergio: No es que sintiese una fuerza sobrenatural, pero de repente me incorporé. Mejoré tanto que con el primer ciclo de quimioterapia ya bastaba, pero continuaron con los otros siete por seguir el protocolo. El médico no daba crédito.

María: Era el día de Nochebuena; recuerdo que me fui del hospital durante unas horas para llevar a la niña a casa de mis padres. Dejé a Sergio totalmente derrotado en la cama, había perdido 18 kilos en 25 días, tenía cara de cadáver y llevaba semanas sin hablar. Cuando volví me lo encontré sentado en la cama comiéndose los langostinos que me habían preparado para esa noche. ¡No me lo podía creer! Entonces estamos hablando de un milagro, de algo que se escapa a todo razonamiento científico y médico.

Sergio: Desde luego hay algo grande en todo esto. Yo sólo sé que me podía haber muerto y Dios no lo ha permitido. Si he sobrevivido al cáncer en un estado tan avanzado es por algo. Todavía no he cumplido mi misión, que no tiene por qué ser espectacular a los ojos del mundo: quizá es algo sencillo, pero que me lleve al cielo. Por ejemplo, Dios nos ha concedido dos hijos más después de un tratamiento muy destructivo con quimioterapia, cuando nos dijeron que lo más probable es que me hubiera quedado estéril. Puede que mi misión sea tener hijos cristianos. De todos modos, para mí el mayor milagro es que este acontecimiento le pueda ayudar a la gente para su conversión, como lo ha hecho con nosotros.


¿Puedes decir que el cáncer ha sido bueno para tu vida?
Sergio: Sí. Estoy convencido de que Dios lo ha permitido por amor, para salvarme, pues estaba perdido. Ahora todo lo vivo con mayor intensidad. Hay cosas de mi vida que borraría porque considero que yo no las he hecho bien. Soy bastante soberbio y prepotente y no he sido justo con muchas personas; eso lo cambiaría. Pero la enfermedad no. Me quedo con el Sergio de ahora. Ha sido un tiempo muy duro, pero me ha hecho aprender muchas cosas necesarias para mi vida.


¿Cuáles, por ejemplo?
Sergio: Aparte del sentido redentor del sufrimiento, que ya he dicho antes, he comprendido que lo importante es la vida eterna y no el prestigio o el dinero, que era donde yo me apoyaba. Aprendes a vivir en precario y no para los planes. En la educación de los hijos, por ejemplo, ahora lo más importante es transmitirles la fe.


María: Antes nos hubiera preocupado más su formación intelectual, llevarles al mejor colegio, saber idiomas, ganar nosotros el máximo dinero para pagarles el mejor colegio que les permita a su vez una buena educación, para que ellos también pudieran ganar mucho dinero. Ahora nos preocupa más la educación cristiana o anticristiana que puedan recibir que los méritos académicos.

¿Crees que Dios ha usado contigo una pedagogía a tu medida?
Sergio: Claro que sí. Si no llega a pasarme esto, yo seguiría poniendo la vida en el éxito y el dinero, y sería un desgraciado. Sé que el Señor ha pensado “este pobrecillo necesita algo duro o no se entera de nada” y, aún así, creo que es un proceso de conversión, que me hace ir paso a paso creciendo espiritualmente.


María: Nosotros somos carne de cañón de divorcio. Los dos somos muy soberbios y, si no llega a suceder esto que nos ha hecho replanteárnoslo todo, a la primera de cambio hubiéramos pensado: “¿por qué tengo que pedir perdón?” y, a la segunda, “pues tú te vas con tus padres y yo con los míos”.


Por lo que veo, podéis discernir que todo está hilado y en conexión.

Sergio: Así es. Dios tiene sus tiempos. A mí me gustaría ser santo ya, pero bueno, lo que Él quiera. Sigo teniendo mi cruz y mis pecados, pero veo que he ido dejando muchas cosas que me estorbaban. El camino que lleva al cielo no es estrecho porque tenga ortigas, piedras etc., sino porque vas liberándote de lo que te impide ir ligero como el dinero, la fama, la soberbia. Al final sólo cabe tu cruz y tú.


¿Os habéis sentido sostenidos por el Señor en el sufrimiento?
Sergio: Dios ha tenido mucha misericordia con nosotros. La gracia ha sido superior a la prueba. Han sido momentos duros pero sabíamos que Dios estaba actuando.
María: Nosotros nos hundimos en un vaso de agua y en los momentos más duros sacábamos fuerzas de donde no hay. El Espíritu Santo nos ha permitido estar fuertes. Me parece un milagro que el mes que estuve en el hospital no me pegara un golpe con el coche, porque cuando llegaba a casa no era consciente de cómo había hecho el trayecto. Dios te da la gracia no sólo para resistir física sino también emocionalmente. No tenía ninguna duda de que pasaba esto por algo bueno.


Me imagino que el demonio trabajará duro para arrebatar lo que la enfermedad ha sellado en vuestro corazón.
Sergio: Al demonio lo tenemos hiperenfadado. Merodea alrededor de nuestra vida y nos acecha con tonterías para derribar lo que Dios ha construido sobre roca firme.


María: Por donde nos ve más débiles mete la cuñita para quitarnos la paz. Lo bueno es que lo vemos venir: nos hace discutir en el matrimonio, juzgar al otro, tentarnos con el dinero etc. Con la oración y descansando en la voluntad de Dios es como conseguimos espantar al demonio.


¿Creéis que el Señor ha sido bueno con vosotros?
Sergio: Sí, no tengo ninguna duda. El sufrimiento me ha cambiado la vida. Durante la enfermedad se ha gestado una criatura nueva que, aunque todavía está en pañales, me hace vivir en la gratuidad divina. Estoy descubriendo una serie de sensibilidades que antes no tenía: con los pecados y especialmente con los pobres. No es por lavar mi conciencia, sino que ahora veo a Cristo en el pobre y es una sensibilidad que me sorprende, pues antes no la tenía. Cuando veo a un pobre siento la necesidad de darle todo lo que tenga: un euro, cinco o veinte, pues sé que ahí está Jesucristo y los pobres vienen de parte de Dios. Les falta llamarme por mi nombre. Un día, cuando un pobre me pidió dinero, yo le pregunté si sabía rezar, él contestó muy asombrado que sí, entonces le di lo que llevaba en la cartera y le dije: “Pues reza por mí”. Se quedó a cuadros, seguro que todavía no lo ha olvidado. Me estoy haciendo con una legión de pobres que rezan por mí. También me ha regalado aprobar una oposición sin esfuerzo. Me presenté a los primeros exámenes en plena quimioterapia y logré aprobarlos.

María: Para mí el milagro no es sólo que aprobara la oposición, sino que quisiera presentarse, pues este nuevo trabajo supone renunciar al dinero y la proyección profesional a cambio de tener tiempo para la familia.

¿Seguís descansando día a día en el Señor?
Sergio: Vivimos con mucha tranquilidad el tema de las revisiones, pero no por ignorancia, pues sé a lo que me expongo, sino porque confiamos en Dios. Si ha sido bueno con nosotros hasta ahora, lo seguirá siendo en adelante. A la gente le da reparo preguntarme por el cáncer, pero yo lo tengo superado. Es más, no quiero olvidar nunca de dónde me ha rescatado el Señor. Poco después he tenido un accidente. La moto quedó siniestro total y yo sólo me hice un esguince. Está claro que Dios sigue empeñado en tenerme aquí para que cumpla mi misión. El padre de un amigo me decía: “Yo no sé quién es tu ángel de la guarda, pero lo tienes exprimido. Se va a ganar un puesto principal en el cielo con todo lo que trabaja contigo”.


María: Como ves, nos podemos planificar y organizar, pero ya no nos proyectamos.



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sábado, 25 de julio de 2009

SUSAN BOYLE BRITAINS GOT TALENT 2009 SUBTITULADA

BENDITO SEA DIOS, POR ESTA VOZ ANGELICAL DE SUSAN. LES REGALO EN ESTA TARDE ESTE VIDEO QUE NOS DEMUESTRA QUE MUCHAS VECES LOS SERES HUMANOS JUZGAMOS POR LAS APARIENCIAS Y NO VEMOS EL CAUDAL DE HERMOSURA QUE CADA UNO PUEDE TENER.

martes, 21 de julio de 2009


Servir y ser amables en la empresa.


Sheila Morataya-Fleishman


A veces oímos cuando damos las gracias: "para esto estamos aquí; para servir y ser amables". ¿Realmente nosotras procuramos poner nuestro corazón femenino al servir?


En los Estados Unidos hay una cadena de tiendas por departamentos conocida por tener una atmósfera lujosa y de decoraciones profusas. Para la época de navidad la tienda Nosdstrom se viste de gala e incluso se puede presenciar conciertos de piano en cada uno de sus pisos. Esto trae a mi memoria una anécdota ocurrida dentro de uno de estos almacenes: esta era una mujer que entró a la tienda con ropaje raído y sucio. Una mujer de buen corazón la seguía convencida de que esta visitante causaría problemas por su forma de lucir. La siguió para poder intervenir y aminorar el golpe a su dignidad cuando el personal de seguridad interviniera y le pidiera abandonar el lugar. Pronto se dió cuenta que nadie intentaba detenerla, sino fue recibida con una sonrisa por una vendedora elegantemente vestida. La mujer que la seguía se quedo anonadada de la actitud solícita de la vendedora a las peticiones de la clienta. Cuando ésta pidió probarse varios vestidos de noche, la vendedora le llevo modelo tras modelo hasta que hiciera su elección. Con infinita paciencia, la vendedora le señalo cuáles le parecían los más apropiados para ella. Al salir del cuarto de pruebas, la clienta caminaba erecta y con un cierto brillo en los ojos. Había sido tratada como un ser humano valioso. La mujer que presenciaba la escena no pudo evitar preguntarle a la vendedora porque había actuado de esa manera, la vendedora de Nosdstrom le contesto: "para esto estamos aquí: para servir y ser amables".

¿Lo analizamos?

Quiero que te detengas en la última frase y trates de reflexionar que siente tu corazón cuando lees:"para esto estamos aquí; para servir y ser amables".

¿Qué encierra para tí la palabra servicio?, ¿qué es lo que te mueve a servir?,¿qué cualidades tiene la persona amable para ti?, ¿de dónde te nace lo amable?,¿Qué caracteriza a una persona servidora?, ¿cuáles de esas características posees tú?,¿qué hace que en nuestros lugares de trabajo el binomio servicio-amabilidad sea tan difícil de expresarse? Y si eres jefe, ¿cómo ejercitas las acciones de servicio y amabilidad con tus sub-alternos?, ¿no las tienes o las tienes a medias?, ¿cuál es tu posición con respecto al liderazgo servidor? Todas estas preguntas requieren que te animes a tomar un tiempo a solas y analices como esta ese aspecto de tu vida, especialmente en el trabajo, pues es ahí donde llegamos a mostrar el tipo de educación que hemos recibido desde la cuna; imprimimos la atmósfera con nuestros valores y damos "personalidad humana" a la empresa. En mi experiencia como capacitadora empresarial puedo afirmar que uno de los seminarios más populares siempre ha sido el del servicio al cliente. En mis reuniones con gerentes de recursos humanos o planificadores de la capacitación siempre saltaba la expresion: "queremos que esta gente mejore su servicio interno y las actitudes para con los clientes. No se imagina como cuesta….." Por supuesto, ya que el servicio no es algo que pueda ser aprendido de la noche a la mañana. El servicio es una actitud interna, es una manifestación espontánea del alma que viene a ser ejecutada cuando se esta totalmente consciente de el respeto que nos debemos los unos a los otros por lo alto de nuestra dignidad. Porque somos personas y como tal somos los únicos que podemos decidir que tipo de servicio queremos dar. ¿Eres consciente tu de ello?, ¿lo pasas por alto, es decir, no lo piensas?

¿Profundizamos?

El servicio como valor no es nada fácil de llevarlo y ejecutarlo en la empresa porque para dar un verdadero servicio, es necesario superar la propia arrogancia y esforzarse constantemente por adquirir actitudes que nos eleven como personas y engrandezcan nuestra organización. Requiere de altas dosis de tolerancia ante los defectos de los otros y la sensibilidad a flor de piel de que mi razón de ser y estar en medio de la sociedad, en este caso en la empresa, es para hacer que las relaciones humanas sean lo que tienen que ser y florezcan. Esto se hace muy difícil en muchas ocasiones, ya que no todos hemos sido educados y formados de la misma manera. A veces, nos encontramos con que nuestros compañeros de trabajo tienen hasta maestrías pero sus modales, que son el lubricante de cada organización son pésimos.
Esto nos indica que no hay verdadero profesionalismo, pues el que es verdaderamente profesional además de su formación académica se preocupa por su formación humana y espiritual para así convivir mejor con los otros. También es un reto para nosotras como mujeres ya que la mujer posee esa especial sensibilidad en su naturaleza que la hace aplicar su sentido "maternal" para enseñarle a los otros como debería ser su comportamiento. Aunque existe también el peligro de haber pérdido de vista lo que es el sentido maternal y no tener ese control emocional tan necesario ante las situaciones que se dan por las malas actitudes de los otros y caigamos en caprichos de mujer que no nos ayuden en nada a construir "equipo con corazón" en la organización. Cuando profundizamos en la palabra servicio nos damos cuenta que se resume en una palabra AMOR. Es difícil darlo a aquellos que no conocemos, que tienen malos modales y que no se interesan para nada en llevar calidad humana a la empresa. Pero como mujeres poseemos un talento innato para hacer que se haga realidad en nuestra organización, especialmente entre nosotras que compartimos el mismo sexo. Aunque no puede dejar de decirte que cuando nuestro amor no es auténtico, cuando nuestra naturaleza femenina esta plagada de sentimientos tóxicos como son la envidia, rivalidad y falta de principios, el servicio y los buenos modales no pueden expresarse pues lamentablemente nosotras mismas los bloqueamos. ¿Quieres hacer las cosas de forma diferente?

Los seminarios de Servicio al Cliente no mencionan esto….

Me gusta que seas una mujer ejecutiva, una mujer que trabaja y que lleves el sello que da servir en femenino. Me gusta que leas este artículo lo imprimas y te animes a servir de una forma diferente. Sí. Diferente. ¿Llevas a tus padres, hermanos, esposo e hijos en el corazón? Pues te ánimo a que lleves a tus compañeros de trabajo también en ese mismo corazón. Y con aquellos con los cuales la convivencia sea más difícil te obligues a hacerlo más. ¿Conoces esa expresión de Juan de la Cruz que dice, "pon amor donde no hay amor y sacarás amor"?
Pues es verdad, yo misma lo he comprobado. Y así, pensando en el amor, sirve con el corazón, para dar Gloria a Dios con lo que haces. Para que en esa empresa se "viva" que hay una católica que sirve y lleva alegría a los otros. Sirve más mientras más ejecutiva seas. No pienses en ti o en el que dirán agrégale personalidad a tu empresa hasta que sus departamentos se vuelvan rocosos y robustos pues la palabra servicio se respirara por todas partes. Abran mujeres con profundidad femenina y anchura maternal en el corazón. Ah, que bien se siente. Eso es servir con calidad de mujeres que sirven no por obligación o porque me están dando una capacitación, sino como parte de un compromiso personal conmigo misma para hacer de la sociedad lo que debe de ser: un ejército de servidores." Omnia in bonum". ¡Todo es para bien!

viernes, 17 de julio de 2009

Amigo es mas profundo

PREPARANDONOS PARA FESTEJAR EL DÍA DEL AMIGO, QUIERO REGALARTE EN ESTA NOCHE ESTE CANTO, QUE ENCIERRA MUCHAS VERDADES.
¡BENDITO SEAS SEÑOR POR EL REGALO DE MIS AMIGOS!!



CREO EN TI

Creo en tí amigo:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.

Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.

Creo en ti amigo:
Si compartes mis lágrimas y
sabes llorar con los que lloran.

Creo en ti amigo:
Si tu mano está abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.

Creo en ti amigo:
Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazón.

Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.

Creo en ti amigo:
Si tienes valor para corregirme amablemente.

Creo en ti amigo:
Si sabes orar por mí,
y brindarme buen ejemplo.

Creo en ti amigo:
Si tu amistad me lleva a amar más a Dios
y a tratar mejor a los demás.

Creo en tí amigo:
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargas.

jueves, 16 de julio de 2009


Autor: Alfonso Aguiló Pastrana | Fuente: Conoze.com
Actitud positiva
Todos conocemos personas que, con su sola presencia, irradian sentido positivo


He recibido un e-mail, de esos envíos masivos que se mueven a diario por el ciberespacio, que habla de un tal Jerry. Tiene su gracia, y es breve, así que lo copio a continuación.

Jerry era director de un restaurante en una pequeña ciudad de Estados Unidos. Siempre estaba de buen humor y tenía algo positivo que decir.

Era un motivador nato. Por dos veces, cuando cambió de trabajo, varios de sus empleados se empeñaron en seguirle a donde él fuera a trabajar. Si un trabajador tenía un día malo, Jerry siempre estaba allí, haciéndole ver el lado positivo de la situación.

Su manera de ser provocó mi curiosidad, así que un día le pregunté: «No me lo explico. No se puede ser positivo siempre, sin interrupción. ¿Cómo lo haces?». Jerry me contestó: «Cada mañana me levanto y me digo, tengo dos opciones, puedo elegir estar de buen humor o de mal humor. Y siempre elijo estar de buen humor. Cada vez que ocurre algo malo, puedo elegir entre el papel de víctima o el de aprender algo de aquello. Y procuro elegir lo de aprender algo. Cada vez que le oigo a alguien quejarse, puedo elegir entre sumarme a sus lamentos o fijarme en el lado positivo de la vida, y siempre escojo el lado positivo de la vida.»

«Pero no siempre es tan fácil», protesté. «Tampoco es tan difícil», contestó Jerry. «La vida es una elección constante. Cada situación es una elección. Eliges cómo reaccionar ante las situaciones. Eliges cómo va a afectar la gente a tu humor. Eliges estar de buen o de mal humor. Es elección tuya decidir cómo vives tu vida.»

Tiempo después, Jerry fue víctima de un atraco. Había olvidado cerrar con llave la puerta trasera del restaurante mientras hacía el balance de caja del día, y entraron dos hombres armados. Trató de abrir la caja fuerte, pero con el nerviosismo fallaba la combinación. Los atracadores se pusieron más nerviosos aún que él, y acabaron por dispararle. Afortunadamente, le llevaron enseguida al hospital, y después de una larga operación y varias semanas de convalecencia, Jerry recibió el alta.

Vi a Jerry unos meses después. Le pregunté qué le había venido a la mente cuando ocurrió el atraco. «La primera cosa en que pensé es que debía haber cerrado bien la puerta. Luego, después de que me disparasen, cuando estaba tendido en el suelo, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir, o podía elegir morir. Y escogí vivir.»

«Los camilleros eran unos tíos simpáticos. Me animaban. Me decían que me iba a poner bien. Pero cuando me metieron en la sala de urgencias y vi las caras de los médicos y enfermeras, mientras me exploraban, me asusté realmente. En sus ojos se leía "es hombre muerto". Entonces vi que tenía que pasar a la acción.»

«¿Qué hiciste?», pregunté. «Bueno, había una enfermera que me preguntaba a gritos si era alérgico a algo. "¡Sí!", le contesté. Se hizo un silencio grande. Esperaban que continuara. Yo cogí aire y dije: "Sí, tengo alergia... ¡a las balas!". Después de las risas de todos, les dije: "Quiero vivir. Así que, por favor, opérenme cuanto antes".»

Jerry piensa que vivió gracias a los médicos y enfermeras, pero también gracias a su actitud. Yo aprendí de él que cada día puedes elegir si vas a encarar la vida con ganas o te vas a amargar. La única cosa enteramente tuya, que nadie puede controlar o asumir en tu lugar, es tu actitud. De modo que si tú te das cuenta de esto, todo lo demás de la vida se hace bastante más fácil.

La historia de Jerry concluye aquí. Es quizá un tanto simple, pero apunta una idea importante. Todos conocemos personas que, con su sola presencia, irradian sentido positivo. Su actitud es optimista, animosa, esperanzada. Poseen como una especie de campo magnético que orienta los de los que le rodean, que quizá son más débiles o más negativos. Son desactivadores de crispaciones y rencillas. Cuando afrontan una situación difícil, suelen ser serenos, conciliadores, armonizadores.

Suelen ser personas que han conseguido aprender de sus propias experiencias, tanto de las negativas como de las positivas. Creen en los demás. No reaccionan desproporcionadamente ante sus defectos, ni ante la crítica o las dificultades. No se sienten satisfechos cuando descubren los errores y debilidades de los demás (y eso no porque sean ingenuos, pues también ellos ven esos errores, pero saben que con su actitud pueden hacerles mejorar o encastillarse en su conducta). Procuran no etiquetar ni prejuzgar a la gente, sino descubrir los valores positivos que hay en toda persona. Despiertan agradecimiento y gratitud. No son envidiosas. Son agradecidas. Tienden, de forma casi natural, a perdonar y olvidar las ofensas que reciben. Buscan el modo de mejorar su formación. Leen, escuchan, poseen afán de conocer cosas, les interesa lo que interesa a quienes le rodean. En fin, toda una actitud digna de imitar en nuestra vida.

martes, 14 de julio de 2009

viernes, 10 de julio de 2009


A CONSTRUIR PUENTES




no hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas vecinas cayeron
en un conflicto.
Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar
juntos, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en
forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser
una diferencia mayor entre ellos y explotó en un intercambio de palabras
amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrirla encontró un
hombre con herramientas de carpintero. "estoy buscando trabajo por unos
días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas
reparaciones en su granja y yo pueda serle de ayuda".
"sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted. Mire
al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de
hecho es mi hermano menor.
La semana pasada había un hermosa pradera entre nosotros, él tomó su
buldózer y desvió el cauce del arroyo para que nos separara. Bueno, él
pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Vé usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?
Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, "no
quiero verlo nunca mas".
El carpintero le dijo: "creo que comprendo su situación. Muéstreme donde
están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le
entregaré un trabajo que lo dejara satisfecho".

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y
dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro midiendo, cortando y clavando.
Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había
terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos:
No había ninguna cerca de dos metros
En su lugar había un puente.
Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.
Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y
abrazando a Luis le dijo: eres una gran persona, mira que construir este
hermoso puente después de lo que te he hecho y dicho.
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el
carpintero tomaba sus herramientas, ¡no¡, espera, le dijo el hermano
mayor. "quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti".
"me gustaría quedarme", dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes
por construir.

No guardes resentimientos, en lugar de esto construye puentes de paz, de
amor... y podrás ser feliz y hacer felices a los demás.
Recuerda...lo que se guarda en el corazón, se guarda siempre,
vale la pena disfrutar la vida.


PARA QUE JUNTOS, VOS Y YO, ALABEMOS A DIOS POR LA BELLEZA DE SU CREACIÓN.
ORACIÓN PARA SANAR EL ÁRBOL FAMILIAR
Rev. John H. Hamspsh, C. M. F
Amado Padre, Yo vengo ante Ti como Tu hijo, en la gran necesidad de Tu ayuda. Tengo necesidades de salud física, necesidades emocionales, necesidades espirituales, y necesidades interpersonales. Muchos de mis problemas han sido causados por mis propias falencias, negligencias y pecados, por las cuales humildemente pido Tu perdón, Señor. Pero también pido Tu perdón por los pecados de mis ancestros cuyas fallas han dejado sus efectos en mí, en el cuerpo la mente y el espíritu. Sáname, Señor, de todos estos desordenes.
Con Tu ayuda, con sinceridad, yo perdono a cada uno, especialmente a los miembros vivos o muertos de mi árbol familiar, quienes directamente me han ofendido a mí o a mis seres queridos en alguna forma, o aquellos cuyos pecados han significado nuestros sufrimientos y desórdenes presentes. En el nombre de Tu Hijo Divino, Jesús, y en el poder del Espíritu Santo, Yo te pido, Padre, liberarme a mí y a todo mi árbol familiar de la influencia del demonio. Libera a todos los miembros vivos o muertos de mi árbol familiar, incluyendo a aquellos adoptados, y familiares por extensión de toda forma contaminante de atadura. Por tu preocupación amorosa con nosotros, amado Padre, y por la protección con la sangre de Tu precioso Hijo, Jesús, te pido extiendas Tu bendición sobre mí y mis parientes vivos y muertos. Sana cualquier efecto negativo transmitido a través de las generaciones pasadas, y evita los efectos negativos en las generaciones futuras de mi árbol familiar.
Yo simbólicamente coloco la cruz de Jesús sobre la cabeza de cada persona de mi árbol familiar, y entre cada generación; yo te pido que permitas a la sangre purificante de Jesús, purificar las líneas sanguíneas en mi linaje familiar.
Ubica Tus ángeles protectores acampados alrededor nuestro y permite al Arcángel Rafael, patrono de la sanación, administrar el poder de Tu sanación divina sobre nosotros, incluidas las áreas de incapacidad genética. Da poder especial a los Ángeles Guardianes de los miembros de la familia para sanar, proteger, guiar y fortalecer a cada uno de nosotros en todas nuestras necesidades. Permite que Tu poder sanador sea liberado en este mismo instante, y permite que continúe tanto como Tu soberanía lo permita.
En nuestro árbol familiar, Señor, reemplaza toda atadura por una atadura santa de amor familiar. Y permite que haya una atadura aún más profunda Contigo, Señor, y por medio del Espíritu Santo, con Tu Hijo, Jesús. Permite a la familia de la Trinidad Santa llenar a nuestra familia con su afectuosa, calurosa, amorosa presencia, tal que nuestra familia pueda reconocer y manifestar ese amor en sus relaciones. Todas nuestras necesidades desconocidas las incluimos en esta petición que oramos en el Precioso Nombre de Jesús. Amén.

martes, 7 de julio de 2009

Luis Landriscina

Aqui les publico algo para reirse un poco


Extractos de la nueva encíclica de Benedicto XVI

07 de Julio de 2009, 09:30am ET
CIUDAD DEL VATICANO, 7 Jul 2009 (AFP) -
Los siguientes son algunos extractos de la tercera encíclica "Caritas in Veritate" (Caridad en la Verdad) del papa Benedicto XVI, publicada el martes por el Vaticano.


"La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso".


"Es verdad que el desarrollo ha sido y sigue siendo un factor positivo que ha sacado de la miseria a miles de millones de personas (...) Sin embargo, se ha de reconocer que el desarrollo económico mismo ha estado, y lo está aún, aquejado por desviaciones y problemas dramáticos, que la crisis actual ha puesto todavía más de manifiesto".


"Las fuerzas técnicas que se mueven, las interrelaciones planetarias, los efectos perniciosos sobre la economía real de una actividad financiera mal utilizada y en buena parte especulativa, los imponentes flujos migratorios, frecuentemente provocados y después no gestionados adecuadamente, o la explotación sin reglas de los recursos de la tierra, nos induce hoy a reflexionar sobre las medidas necesarias para solucionar problemas".


"Es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos, sin distinciones ni discriminaciones".


"La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre".


"Es importante destacar, además, que la vía solidaria hacia el desarrollo de los países pobres puede ser un proyecto de solución de la crisis global actual, como lo han intuido en los últimos tiempos hombres políticos y responsables de instituciones internacionales".


"La globalización no es, a priori, ni buena ni mala. Será lo que la gente haga de ella".


"Responder a las exigencias morales más profundas de la persona tiene también importantes efectos beneficiosos en el plano económico. En efecto, la economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona".


"La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos, o lo mantengan".


"Conviene, sin embargo, elaborar un criterio de discernimiento válido, pues se nota un cierto abuso del adjetivo 'ético'".


"Ante el imparable aumento de la interdependencia mundial, y también en presencia de una recesión de alcance global, se siente mucho la urgencia de la reforma tanto de la Organización de las Naciones Unidas como de la arquitectura económica y financiera internacional, para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones".


"Se siente la urgencia de encontrar formas innovadoras para poner en práctica el principio de la responsabilidad de proteger y dar también una voz eficaz en las decisiones comunes a las naciones más pobres".


"Para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial".

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...