martes, 11 de septiembre de 2018

El Papa a los esposos: ‘Haced apuestas fuertes, para toda la vida. ¡Arriesgad!’

El Papa a los esposos: ‘Haced apuestas fuertes, para toda la vida. ¡Arriesgad!’ Escrito por Giovanni Tridente Publicado: 11 Septiembre 2018 Durante el reciente Encuentro Mundial de las Familias 2018 que ha tenido lugar en Irlanda En el Encuentro Mundial de las Familias 2018 celebrado en tierras de Irlanda, el Santo Padre alentó a los esposos a realizar “apuestas fuertes, para toda la vida”, y pidió a las familias que sean “un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo”, a través de “pequeños gestos cotidianos de bondad”. Un congreso, un festival, varias citas con la participación del Papa Francisco, decenas de miles de parejas de esposos de varios países, con sus hijos: la familia y su alegría para la Iglesia y para el mundo han vuelto a ser actualidad en las últimas semanas, gracias al Encuentro mundial de las familias 2018 que ha tenido lugar en Dublín. Ha servido como hilo conductor del evento la entera exhortación Amoris laetitia, estudiada en todos sus aspectos en las reflexiones comunes, con relatores de varias proveniencias, laboratorios, seminarios, testimonios y debates. Había gran expectación, obviamente, por las palabras del Papa Francisco, habida cuenta de la especificidad del país que acogía la iniciativa, que un Pontífice ha visitado por primera vez después de casi cuarenta años (san Juan Pablo II había visitado Galway en 1979) y todavía sacudido por el gran drama de los abusos, que en los últimos años ha debilitado con fuerza la credibilidad de la Iglesia irlandesa y de sus ministros. Por eso precisamente estos temas han acompañado muchas de las intervenciones del Santo Padre y han catalizado, como era obvio, la atención de los medios mundiales de comunicación. Pero en el centro del Encuentro debían estar, y efectivamente han estado, las familias. Y las palabras del Papa han sido inequívocas, resaltando sin medios términos la importancia de la primera célula de la sociedad y la belleza de testimoniar al mundo compromiso duraderos, que pueden incluso ayudar a superar conflictos y contradicciones de nuestro mundo desilusionado. Ha hecho también referencias a la indisolubilidad del matrimonio y contra el aborto. Testimonio profético La primera cita pública del Papa Francisco, una vez aterrizado en tierra de Irlanda, ha sido con las autoridades y la sociedad civil. En esa ocasión ha destacado la iniciativa del Encuentro mundial de Dublín como “testimonio profético” y a la familia como “aglutinante de la sociedad”, cuyo bien ha de ser “promovido y custodiado con todos los medios oportunos”. Ante las sacudidas sociales y políticas el Papa ha recordado la necesidad de recuperar “el sentido de ser una verdadera familia de pueblos”, sin perder jamás la esperanza; al contrario, perseverando con valentía “en el imperativo moral de ser constructores de paz, reconciliadores y protectores los unos de los otros”. Un planteamiento que requiere constante conversión y atención a los últimos, y entre ellos a los pobres, pero también a los “los miembros más indefensos de la familia humana, incluso de los no nacidos, privados del derecho a la vida”. Matrimonio único e indisoluble De fecundidad, unicidad e indisolubilidad del matrimonio ha hablado el Papa en el diálogo que ha mantenido en la pro-catedral de Santa María, en Dublín, con parejas de esposos jóvenes y de novios, donde ha resaltado la importancia del signo sacramental, que protege a los contrayentes y los sostiene en el curso de la vida “en el recíproco don de sí, en la fidelidad y en la unidad indisoluble”. Y aquí la exhortación: “Haced apuestas fuertes, para toda la vida. ¡Arriesgad!”, porque el matrimonio “es un riesgo que vale la pena. Para toda la vida, porque el amor es así”. El Papa acababa de escuchar los testimonios de unos esposos que celebraban 50 años de matrimonio y los de otras dos parejas más jóvenes, invitando a superar la cultura de lo provisional que no favorece decisiones “para toda la vida”, y ha recordado que “Dios tiene un sueño para nosotros y nos pide que lo hagamos nuestro”: “¡Soñad a lo grande! ¡Atesoradlo y soñadlo juntos de nuevo cada día!” Francisco ha señalado también la importancia de transmitir la fe a los hijos, y que “el primer y más importante lugar para transmitir la fe es la casa”, donde por medio de un típico “dialecto”, se aprende el “significado de la fidelidad, de la honradez y del sacrificio”. Luego ha regresado a la importancia de la oración en familia y a la necesidad de una “revolución de la ternura” para dar vida a “una generación más premurosa, amable, rica en fe, para la renovación de la Iglesia y de toda la sociedad irlandesa”. Cada uno de vosotros es Jesucristo “Cada uno de vosotros es Jesucristo. Gracias por la confianza que nos dais”: con estas palabras el Papa Francisco se ha dirigido a las familias de los sintecho que se hospedan en el Centro de acogida dirigido por los Padres Capuchinos en la capital irlandesa, que ha visitado el primer día. “Vosotros sois la Iglesia, sois el pueblo de Dios. Jesús está con vosotros”, ha añadido después, tras haber remarcado la importancia de la obra de apostolado que sacan adelante los religiosos franciscanos. Un faro que irradia alegría en el mundo “Qué bien se está aquí. Es hermoso celebrar, porque nos hace más humanos y más cristianos”. Así comenzó el Santo Padre en la colorida fiesta de las familias celebrada la tarde del 25 de agosto en el Croke Park Stadium, donde varios matrimonios han expuesto sus experiencias en los momentos más intensos y exigentes de su vida familiar. ¿Qué espera la Iglesia de las familias? Lo que Dios desea, ha dicho Francisco, a saber, que sea “un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo”, a través de los pequeños gestos cotidianos de bondad, característica de aquella santidad “de la puerta de al lado” que ya había planteado en su última exhortación Gaudete et exsultate. Refiriéndose después a los testimonios escuchados, Francisco ha recordado que el perdón es “un regalo especial de Dios que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a él”, mientras el amor y la fe en familia pueden ser “fuentes de fortaleza y paz incluso en medio de la violencia y la destrucción causada por la guerra y la persecución”. “Es hermoso tener diez hijos. Gracias”, ha añadido el Papa, conmovido por el testimonio de Mary y Damian, lleno “de amor y de fe”, capaz de trasformar “completamente vuestra vida”. En el centro del discurso del Papa estuvieron también los ancianos −los abuelos− y la necesidad de valorarlos siempre, porque “de ellos recibimos la identidad, los valores y la fe”. Entre otras cosas, si eso falta “la alianza entre generaciones terminará careciendo de lo que realmente importa, el amor”. Baluartes de fe y de esperanza En la explanada del santuario de Knock, muy querido por el pueblo irlandés, Francisco ha hablado de la importancia del Rosario, invitando a continuar con esta tradición y rezando a la Santísima Virgen −que es Madre− para que las familias sean “baluartes de fe y de bondad” ante un mundo que querría disminuir la dignidad del hombre. En la Misa de clausura en el Phoenix Park, en cambio, el Papa ha vuelto sobre la necesidad y sobre la llamada de la Iglesia en su conjunto “a ‘salir’ para llevar las palabras de vida eterna a las periferias del mundo”. Antes de despedirse de Irlanda, el Papa se ha reunido finalmente con los obispos del país en el convento de las Hermanas Dominicas, animándolos “en estos momentos de desafío” a perseverar en su ministerio como “heraldos del Evangelio y pastores del rebaño de Cristo” y subrayando que el Encuentro mundial apenas celebrado ha mostrado mayor conciencia por parte de las familias “de su papel irremplazable en la transmisión de la fe”. En cuando al próximo Encuentro Mundial de las Familias, la cita es en Roma en 2021. Giovanni Tridente, en revistapalabra.es.

HOMILIA Domingo Vigesimocuarto del TIEMPO ORDINARIO cB (16 de septiembre de 2018)

Domingo Vigesimocuarto del TIEMPO ORDINARIO cB (16 de septiembre de 2018) Primera: Isaías 50, 5-9a; Salmo: Sal 114, 1-6. 8-9; Segunda: Santiago 2, 14-18; Evangelio: Mc 8, 27-35 Nexo entre las LECTURAS Cristo revela (descubre) el hombre al hombre. La liturgia de hoy nos revela quienes somos, Dios tiene la amabilidad y ternura de contarnos quienes somos y para qué nos hizo, pues a Él pertenecemos. En la primera lectura, tres son los rasgos del hombre según el designio de Dios: el hombre es un ser que escucha, que sufre, que experimenta la presencia y ayuda de Dios. El evangelio presenta a Jesús como la perfecta realización del hombre: el Ungido de Dios, el Varón de dolores, el Siervo obediente hasta la muerte, el que pierde su vida para salvar las de los hombres, el Viviente que da vida. Finalmente, Santiago en la segunda lectura enseña que el hombre es aquel en quien fe y obras se unen de manera virtuosa para lograr la madurez humana, que es: comunión con Dios y con el prójimo. Temas... El hombre según Dios. La definición más auténtica del hombre la puede dar quien le ha creado y le ha llamado a ser, a vivir -en el tiempo y en la eternidad-. En la primera lectura (tercer canto del Siervo) se muestra una síntesis de antropología teológica. El primer rasgo, no proclamado en la lectura litúrgica, dice que el ser humano es quien recibe de Dios el don de hablar palabras de vida para los demás, sobre todo para el cansado y agobiado. Luego, aparecen en este canto, otros tres rasgos que si proclamamos en la Liturgia: 1) El hombre es el viviente a quien Dios le ha capacitado para "escuchar", igual que los discípulos. Ser discípulo de Dios implica no sólo la escucha teórica, sino a la vez la escucha que conduce a la práctica, a la realización de lo escuchado, de la voz originaria que le precede y que norma-organiza su vida. En otros términos, el hombre es verdaderamente hombre cuando es obediente de Dios y así es discípulo. 2) El sufrimiento es la situación real y misteriosa de la condición humana; es como ‘el altar’ en que se forja el hombre (Pío XI); es el molde en que se configura nuestra personalidad. 3) El hombre es el ser asistido por Dios, en quien Dios muestra su presencia constante y eficaz. Esa presencia, sobrenatural, es la roca en que se fundan todas las grandes certezas del hombre; es luz que orienta al hombre en la oscuridad; es auxilio que nos hace ser y hacernos hombres (varón y mujer), cada día, en el amor y en el servicio. Con los textos podemos decir que quien excluye la solidaridad, la escucha, el dolor, la presencia divina de la concepción del hombre, no sabe realmente quién es el hombre (meditaciones del Papa Francisco especialmente con ocasión de los inmigrantes, de los prófugos y de los cristianos perseguidos) y no valora a los demás… más todavía, el que no es verdaderamente hombre busca ‘eliminar’ a los demás, vemos por ejemplo el relato de Caín y Abel. Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Jesús es el Mesías, el Ungido de Dios, que llega, en la entrega y amor, hasta la obediencia de la cruz. Jesús es el Ungido y el Siervo del sufrimiento, no son dos títulos contrapuestos de su condición humana, sino como dos nombres del mismo misterio, Dios hecho Hombre. De hecho, cuando a Jesús se le compara con otras figuras en la Biblia (Moisés, Elías, Juan Bautista, Salomón, Jonás...), hay que reconocer que Él es distinto, como Él mismo dirá: "He aquí uno mayor que Jonás... he aquí uno mayor que Salomón". Por otra parte, en su condición de ‘sufriente’ Jesús mantiene una absoluta confianza en Dios, que le asistirá en medio del dolor y que le resucitará de entre los muertos. Por todo ello, Jesús llama a Pedro a ubicarse cuando éste intenta apartarlo de la voluntad de Dios. En Jesús se hace realidad, también, otro rasgo, el señalado por Santiago en la segunda lectura, la coherencia entre la fe y las obras. Sugerencias... Hombre y cristiano. Casi parece, a algunos, que no se puede ser plenamente hombre siendo perfectamente cristiano o que no se puede ser plenamente cristiano, siendo perfectamente hombre. Es un dilema planteado desde hace siglos entre fe y razón, entre ciencia y fe. En un nuevo clima cultural y espiritual, san Juan Pablo II, en continuidad con la doctrina católica, ha afirmado rotundamente: "La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad". Se puede afirmar: "El hombre y el cristiano son como las dos alas con las que el espíritu humano se eleva hacia la realización de su plena humanidad" (cfr.: Evangelii Gaudium). El Concilio Vaticano II declaró bellamente que Cristo revela el hombre al hombre, por eso meditamos: ¿Seguimos, en esto, todos los cristianos las huellas de Cristo? "Quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará", nos dice Jesús. Jesucristo plantea el gran desafío y misión de la existencia humana que es vencer, con la ayuda de su gracia, el egoísmo y madurar la entrega, superar la seducción del yo y entregarnos al amor a Dios y al prójimo, entre el yo y mi personalidad y la verdadera humildad, amor y servicio. Muestra el Evangelio que nuestra vocación es vaciarnos de nosotros para llenarnos (llenarse) de Dios, darnos a los demás desinteresadamente sin buscar compensaciones, vivir en la profunda humildad de quien sabe y acepta que todo lo que es y tiene proviene de Dios y está llamado a ponerlo al servicio de los demás. Éste es el camino de la salvación. Éste es el camino de la auténtica realización del hombre. Éste es el camino del discípulo misionero. Santa María del Camino, ruega por nosotros.

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...