lunes, 13 de diciembre de 2021

HOMILIA Cuarto Domingo de ADVIENTO cC (19 de diciembre 2021)

Cuarto Domingo de ADVIENTO cC (19 de diciembre 2021) P.ANGEL
Primera: Miqueas 5, 1-4; Salmo: 79, 2ac. 3b. 15-16. 18-19; Segunda: Hebreos 10, 5-10; Evangelio: Lucas 1, 39-48 Nexo entre las LECTURAS… Temas… Nexo, las RELACIONES interpersonales. La relación entre el Hijo con el Padre, la relación entre la Madre y el Hijo, la relación de María con santa Isabel, la de Jesús con el Bautista, la de Dios con los hombres y de los hombres con Dios… y la recta relación de los hombres entre sí. 1) "El tiempo en que la madre da a luz" (1a lectura). El profeta Miqueas, ocho siglos antes anuncia el nacimiento del Mesías en la pequeña aldea de Belén de Efrata. Será "el jefe de Israel". Cuando "la madre de a luz" todo cambiará para el pueblo elegido. Esa madre ‘dibujada’ por Miqueas es María de Nazaret, la Virgen. La Madre del que "pastoreará con la fuerza del Señor", aquel cuyo "origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial", el Hijo eterno del Padre. Sus dones serán: la "tranquilidad" y la "paz". Este anuncio resuena con dulzura. 2) El salmo es la oración de Israel ante una gran desgracia. El enemigo ha invadido el territorio nacional y ha destruido la ciudad y el templo, y Dios parece mostrarse indiferente y callado ante tamaña desgracia: «Pastor de Israel, ¿hasta cuándo estarás airado?; mira desde el cielo, fíjate y ven a visitar tu viña, suscita, Señor, un nuevo rey que dirija las victorias de tu pueblo, fortalece un hombre haciéndole cabeza de Israel y que tu mano proteja, a éste, tu escogido.» Con este salmo podemos hoy pedir por la Iglesia y sus pastores. También el ‘nuevo Israel’ sucumbe frecuentemente ante el enemigo, y le falta mucho para ser aquella vid frondosa que atrae las miradas de quienes tienen hambre de Dios y a veces, por esto, deja de evangelizar. ¡Recemos! 3) "Aquí estoy" (2a lectura). ¡Cómo resuenan -sinceras y comprometidas- las palabras de la Carta a los Hebreos! Jesús a punto de entrar en el mundo (Encarnación-Navidad), expresa su ofrenda, en oferta gozosa (alegría) al Padre. Son palabras garantizadas por el Espíritu Santo y puestas en boca del Hijo eterno, que se desposa con la humanidad para rescatarla y elevarla: "... me has dado un cuerpo... Dios, aquí estoy, yo vengo (…) para hacer tu voluntad”. Palabras casi idénticas que dirá en Getsemaní, poco antes de aceptar la pasión (Lc 22,42). La Navidad ya encierra la Pascua. 4) "María se puso en camino y fue aprisa a la montaña" (evangelio). María es la gran figura del Adviento para la Iglesia. Ella, conocedora de la situación de Isabel, "se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá". Sale de su tranquilidad y presurosa, va a ayudar a su prima. Ejemplo de servicio, pero sobre todo figura de quien se deja conducir por el Espíritu, para llevar a Cristo a los demás. María modelo de evangelización, portadora del gozo de Dios. Dichosa por su fe; modelo privilegiado de las actitudes que pide el Adviento a la Iglesia. Así se está dispuesto y preparado para recibir a Dios en la Navidad. María es la aurora que anuncia la cercanía del nuevo día: Cristo-Jesús. Sugerencias... Saber relacionarse. En la conversación humana es frecuente escuchar: "Hay que saber relacionarse", ahora se agrega “sinodalidad”, como gran anhelo. Con ello se quiere decir que es bueno tener muchas relaciones, y sobre todo relaciones con gente influyente. La razón es evidente: así se tiene la posibilidad de que se abran muchas puertas en los diversos ámbitos de la vida humana: político, financiero, social, profesional, educativo, religioso... Nos invitemos, como discípulos-misioneros (clérigos y laicos), a relacionarnos con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, con la pura y bienaventurada Virgen María, nuestra madre y nuestra reina, con los ángeles y los santos, nuestros hermanos y protectores desde el cielo y con los que nos rodean en la ofrenda diaria de nuestra vida. Estas relaciones no te dan acceso, claro está, a un excelente puesto de trabajo, ni a un negocio redondo… más bien ejercen su acción en el interior, transformándonos, y nos da una nueva visión de las cosas y de la vida, haciendo que sea según Dios, y en la relación con los demás y con las cosas, de forma que esté siempre inspirada por el amor y por el servicio (cosas que el Papa pide muchas veces y de muchas maneras). También modifica para bien nuestra relación con la propia historia, convirtiéndola, tal vez, de una historia sin sentido a una historia de salvación. ¡Cuántos bienes nos pueden venir –y podemos obtener para los demás–, si sabemos relacionarnos con Dios, con la Virgen, con los santos! Podríamos decir: bienaventurados los que saben relacionarse, porque serán como un árbol que da frutos de bien, de felicidad, de servicio, de salvación. Relacionarse por el Reino. Los cristianos vivimos en el mundo, en el reino de este mundo perteneciendo, en verdad, al Reino de Dios. Y en el reino importa mucho que sean buenas las maneras y modos de relacionarnos. No al servicio de nuestros intereses egoístas, sino para la edificación del Reino de Dios. Hemos de relacionarnos con todos para que nos ayudemos en favor de los ‘pobres, débiles y sufrientes, los marginales y los de la periferia’ practicando virtuosamente las obras de misericordia, las corporales y las espirituales. Tenemos que encontramos, en Dios y según el evangelio, para crecer en la conciencia de que el Reino de Dios nos pertenece y nos invita a poner todos los medios para hacer más humana la existencia, más digna, más libre, más feliz (Papa Francisco). Hay que llegarse a todos para evangelizarnos y vivir el amor y el servicio en beneficio de los más necesitados. Si todos los cristianos utilizáramos nuestras relaciones para ponerlas al servicio del Reino, seguramente que el mundo caminaría más humanamente y por eso más cristianamente (E. Gaudium), y más marcados por nuestra fe en Jesucristo (Obispos de América) para que en Él todos nuestros pueblos tengan vida y la tengan en abundancia. Jesucristo entró en contacto con la historia para instaurar el Reino de su Padre. En el Año nuevo que estamos iniciando… ¿qué estamos dispuestos a hacer?

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...