domingo, 7 de octubre de 2018

HOMILIA Domingo Vigesimoctavo del TIEMPO ORDINARIO cB (14 de octubre de 2018)

Domingo Vigesimoctavo del TIEMPO ORDINARIO cB (14 de octubre de 2018) Primera: Sabiduría 7, 7-11; Salmo: Sal 89, 12-17; Segunda: Hebreos 4, 12-13; Evangelio: Mc 10, 17-30 Nexo entre las LECTURAS Entre tantas opciones que el hombre encuentra en su existencia, ¿cuál es la más importante, la opción suprema? El libro de la Sabiduría responde que ella, LA SABIDURÍA, es la más importante y afirma poseer un valor superior y más precioso que el poder, la riqueza, la salud, la belleza (primera lectura). El encuentro con el hombre (llamado por la tradición "Joven rico") permite a Jesús volver a anunciar que el seguimiento de Él es la única fuente de felicidad (evangelio). Nuestra vocación es estar donde Él nos quiere con Él y querer seguirlo. La autoridad y penetración eficaz de la Palabra de Dios merece ser reconocida como valor supremo, al igual que el mismo Dios (segunda lectura). ¡Que necesidad tenemos de pedir la gracia para querer lo que quiere, como lo quiere y porque lo quiere! Ánimo, seguir… adelante para amar y servir. Temas... Vocación del hombre. Ante la variedad y multiplicidad de ‘llamadas’, es necesario discernir para elegir hacer el bien y hacerlo realmente. Recordemos lo que enseña san Agustín… debemos amar lo que debe ser amado, hay que pedir la gracia de conocer qué debe ser amado y la gracia de querer hacerlo. En una auténtica vida humana la opción por Dios ocupa el primer lugar, luego las demás ‘cosas’ que nos pide nuestro Padre celestial, que en general se dice hacer el bien y evitar el mal. Cualquier otra respuesta resulta en perjuicio de la persona humana y, en definitiva, de la sociedad. Si por encima del seguimiento de Cristo ponemos los bienes de este mundo (bienes temporales) tal vez el "bolsillo" mejorará, pero con desventaja y daño de la persona humana y de la vocación de eternidad y de la misma naturaleza. Si la fitness y la belleza se ponen por encima de los valores morales, la sociedad contará con grandes atletas y con cuerpos esbeltos, pero con detrimento de las virtudes más profundamente humanas (y nos recuerda el Papa Francisco que son cristianas) como la caridad, la justicia, la honestidad, la lealtad, la fidelidad, la dignidad de la persona. A propósito, decía el Cura Brochero que si no tengo caridad ni a cristiano llego. Es más grave aun cuando se elige una vida viciosa (cómoda), o sea, elegir todo aquello que para el individuo y la sociedad es un mal aunque lo defina como bien por mandato del relativismo. El apego a las riquezas y más aún a las ‘mal habidas’ es un mal para el hombre y para la ‘casa común’, porque le impide seguir a Jesucristo y poner en Dios su corazón y obedecer sus mandamientos. El discípulo misionero está llamado a hacer “caritativamente” lo que Dios manda, lo que Dios le manda. Sentido de la vida. El amor a Dios no se opone al de los bienes materiales, ni al de la salud ni al de la belleza. Dios quiere que el hombre cuente con los medios necesarios para su vida, cuide su salud y la belleza de su figura. En comunión con Dios y sirviendo a los demás es como los bienes materiales bien habidos adquieren una plenitud que en sí no tienen, y -con la ayuda de la gracia- forman parte del designio de Dios para con el hombre. La Palabra de Dios y su autoridad no se oponen a la autoridad y palabra de los padres, educadores, gobernantes, cónyuges, hermanos; más bien, infunde en ellas una fuerza y eficacia que en sí no poseen. Además, es Dios quien ilumina la inteligencia humana para ver cuál es la respuesta mejor entre una serie de llamadas buenas y, con Él, cómo se ordenan entre sí para alcanzar la plenitud de la vocación que es estar con Dios en esta vida y en la eternidad. El hombre a solas, sin la iluminación de Dios, corre el riesgo de construir jerarquías erradas y dar respuestas desacertadas. La primera lectura, por eso, comienza precisamente así: "Supliqué y se me concedió la prudencia; invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría". Elegir el bien, la verdad, la pobreza, el desprendimiento, el verdadero amor, siempre termina recompensando con frutos buenos tanto para cada uno como para la sociedad. Así continua la primera lectura: "Con ella me vinieron a la vez todos los bienes". Y es lo que Jesús responde a Pedro, que representa a los Doce: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna". Sugerencias... A los jóvenes (especialmente con motivo del SÍNODO). Durante la juventud, emerge la gran riqueza afectiva que hay en sus corazones, el deseo profundo de un amor verdadero, maravilloso, grande. ¡Cuánta energía hay en esta capacidad de amar y ser amado! No permitan que este valor tan precioso sea falseado, destruido o menoscabado (Papa Francisco). Esto sucede cuando nuestras relaciones están marcadas por la instrumentalización del prójimo para los propios fines egoístas, en ocasiones como mero objeto de placer. El corazón queda herido y triste tras esas experiencias negativas. Se lo ruego: no tengan miedo al amor verdadero, aquel que nos enseña Jesús y que San Pablo describe así: “El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca”. (Papa Francisco) Belleza de la vocación. Invitar a descubrir la belleza de la vocación humana al amor, les pido que se rebelen contra esa tendencia tan extendida de banalizar el amor, sobre todo cuando se intenta reducirlo solamente al aspecto sexual, privándolo así de sus características esenciales de belleza, comunión, fidelidad y responsabilidad. (Papa Francisco) María, Madre de Gracia y de Juventud, ruega por nosotros.

JUBILEO DIOCESIS ALTO VALLE

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...