lunes, 8 de julio de 2019

HOMILÍA Domingo Decimoquinto del TIEMPO ORDINARIO cC (14 de julio de 2019).

Domingo Decimoquinto del TIEMPO ORDINARIO cC (14 de julio de 2019). Primera: Deuteronomio 30, 10-14; Salmo: Sal 68, 14. 17. 30-31. 36-37; Segunda: Colosenses 1, 15-20; Evangelio: Lucas 10, 25-37 Nexo entre las LECTURAS… Moisés (Primera lectura), en nombre de Dios, otorga al pueblo, con el Decálogo y el Código de la Alianza, un “proyecto de vida diferente” para salir del caos vivido en Egipto y, todavía más, es para salir del caos del pecado hacia la libertad. Jesús, nos dice san Lucas, da un paso definitivo hacia el bien del hombre renovando el “proyecto civilizatorio” de Moisés, para la salvación, comprometiéndonos a vivir en el servicio, en el amor, la compasión, la generosidad, el desinterés y la misericordia (Evangelio). Pablo insta a los Colosenses a ser testigos de la centralidad de Jesús en medio de un mundo que tienta a la comunidad con ideologías falsas y religiones ambiguas. El Papa Francisco (6 de jun de 2016) nos ha invitado a vivir las bienaventuranzas, como si fuera el "GPS" para el camino correcto frente a los ídolos del egoísmo, el dinero y la saciedad de un corazón que se ríe con satisfacción ignorando a los otros. Por eso rezamos con el salmista y manifestamos nuestra confianza en Dios que nos ayuda: “Busquemos al Señor, y revivirá nuestro corazón”. Temas... «Anda, haz tú lo mismo». La parábola del buen samaritano es aparentemente una historia en la que Jesús no aparece. Y sin embargo lleva claramente su marca; nadie más que Él podía contarla en estos términos: que los que debían practicar la misericordia, el sacerdote y el levita, se muestren indiferentes y pasen de largo, y que sea precisamente el extranjero el que tenga compasión del malherido «medio muerto», que lo cure, que vende las heridas, lo cuide y, tras su marcha, el que sigue ocupándose de él. Sólo Jesús puede contar esto así, pero no por sus sentimientos humanitarios, sino porque lo que dice que hace el extranjero con el malherido, es lo que hace Él mismo (como extranjero, es Dios que viene de lo alto) y lo sigue haciendo por todos y más allá de toda medida. El samaritano es un pseudónimo/distintivo de Jesús, y cuando le dice al doctor de la Ley: «Haz tú los mismo», lo está invitando a imitar a Cristo, a estar en sintonía con Cristo, el Maestro. En la sobreabundancia de la obra de misericordia, narrada por san Lucas, se encuentra el sello de Cristo, algo que remite a la respuesta que Jesús había dado cuando se le preguntó ¿qué hay que hacer para heredar la vida eterna?: «Amarás con todo tu corazón», no sólo a Dios, sino también al prójimo… ¡AMARÁS! «Por Él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres». Jesús, que se oculta tras el extranjero de la parábola del evangelio, es, en la segunda lectura «el primogénito» en el que «mantiene» toda la creación. Sin este primogénito, sin este Modelo (Jn 1,1-18), no habría creación alguna. La creación sólo existe porque «en Él quiso Dios que residiera toda plenitud y por Él quiso reconciliar consigo todos los seres». También la injusticia social de la que se habla en la parábola, que un hombre esté malherido en medio del camino, que las clases altas de la sociedad, los acomodados -espiritual y corporalmente-, pasen de largo sin hacer “nada”, también esto es expiado y reconciliado en la obra de CRISTO, el Buen Samaritano, que ha derramado su sangre por el mundo. Por lo demás, no conviene olvidar las palabras del final «Anda, haz tú lo mismo». Pero antes de esta acción, está la obra universal de reconciliación realizada por Jesús, y antes de ésta, su verdad como fundamento y arquetipo de la creación. Sugerencias... «El mandamiento está muy cerca de ti». La primera lectura de hoy, nos habla de los mandamientos de Dios y el Evangelio de hoy, tomado del capítulo décimo de San Lucas, nos habla de nuestro prójimo, pero hay algo que tienen en común la primera lectura y el Evangelio: en ambos casos se habla de lo que está cerca. Nos dice Moisés en el Deuteronomio: “El mandamiento está muy cerca de ti” (Dt 30,14); y nos dice el Evangelio, que el prójimo está muy cerca, aquel que tiene necesidad, aquel que requiere algo de ti, está muy cerca (cf. Lc 10,29-37). Esa cercanía es entonces el vínculo entre la primera lectura y el Evangelio: lo que Dios quiere no está lejos, nos dice Moisés; y el hermano que te necesita, no está muy lejos. Es decir, que el puente al que somos invitados hoy, es descubrir que el camino de la voluntad de Dios, es también el camino del servicio al prójimo. Moisés decía que el mandamiento de Dios no es algo que esté remoto, no es algo que está lejísimos, porque si estuviera muy lejos, sería inalcanzable; es que ¡no!, NO está tan lejos, el mandamiento está próximo (cf. Dt 30,11-14). Dios sabe que nosotros para poder cumplir su voluntad, necesitamos eso, lo que está cercano, lo que está próximo. Es lo mismo que sucede al caminar; al caminar para llegar allá, tengo que dar unos cuantos pasos desde acá… pero el primer paso que doy, está cerca de donde yo me encontraba, y el siguiente paso está cerca del primero. La vida “funciona” así: paso a paso; el amor “funciona” así: detalle a detalle; la fe “funciona” así: una obediencia tras otra; y el amor de Dios, “funciona” así. Dice San Juan en el Prólogo, que en Cristo hemos recibido gracia sobre gracia, paso a paso vamos caminando, y el camino del servicio a Dios, es también el camino del servicio a nuestros hermanos. Hay algo, sin embargo, que debemos destacar, y es que servir al prójimo, es precisamente servirlo de parte de Dios, en razón de Dios y para Dios. No limitemos la caridad únicamente a lo que ven nuestros ojos, porque el primero que nos mostró que la caridad va más allá de lo que ven los ojos, fue el mismo Cristo. Recuerda cómo, por ejemplo, en el caso de un paralítico, la parálisis la veían todos, pero Cristo fue el único que se dio cuenta que ese corazón estaba en pecado, lo cual quiere decir que el amor no debe limitarse únicamente a lo que ven nuestros ojos. En resumen podemos decir que el camino del servicio a Dios se implica/involucra con el camino del servicio al prójimo, entendiendo que el amor con el que amamos al prójimo, viene de Dios y a Dios quiere retornar. Y así, paso a paso aprendemos a ser discípulos del Señor. Área de archivos adjuntos

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...