viernes, 16 de marzo de 2012

Sueños



Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar…

decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,

decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,

decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,

decidí ver cada noche como un misterio a resolver,

decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
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Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui.,

Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
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Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien “Amigo”.
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Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, “el amor es una filosofía de vida”.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
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Aquel día decidí cambiar tantas cosas… Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.

Desde aquel día ya no duermo para descansar… ahora simplemente duermo para soñar.
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.(Walt Disney)
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"Tenemos éxito solamente si elegimos un objetivo predominante en la vida, en la guerra o en cualquier otro lado, y conseguir que todas las demás circunstancias se inclinen ante ese único objetivo". Eisenhower
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El futuro pertenece a los que creen en la belleza de sus sueños.

Marcos 9:23
Todas las cosas son posibles para el que cree.
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"Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman". (1ª Corintios 2:9)

SE FELIZ

Érase una vez un rey, que a pesar de su lujoso estilo de vida, no era Feliz.

Un día, el Rey observó a un sirviente que cantaba alegremente mientras trabajaba. Esto fascinó al Rey, ¿por qué siendo él, el Supremo Soberano de la tierra, era tan desdichado y sombrío, mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?. El rey preguntó al sirviente: “¿Por qué estás tan contento?”

El hombre respondió: “Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado – sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos”.

El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde en el día, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del siervo, el consejero dijo: “Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99″.

“El Club 99? Y qué es exactamente eso?” Preguntó el Rey.

El consejero respondió: “Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente.”

A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría … Cuantas monedas de oro!

Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, “¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? Seguramente, nadie dejaría 99 monedas!”

Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar que moneda de oro que le faltaba y completar las 100.

A partir de ese día, la vida de aquel el siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.

Testigo de esta transformación drástica, el Rey se mostró perplejo. Cuando él buscó de nuevo a su asesor, el asesor dijo: “Su Majestad, el siervo ahora oficialmente se ha sumado a El Club 99″.

Él continuó, “Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última “moneda” , refiriéndose a sí mismo:

“sólo tengo que obtener esa última cosa y Entonces voy a ser feliz para toda la vida. ” “o si yo tuviera … o fuera … entonces sería feliz para el resto de mi vida”

Podemos ser felices, incluso con muy poco en nuestras vidas, pero en el momento en que se nos da algo más grande y mejor, queremos más! Perdemos nuestro sueño, nuestra felicidad, herimos a la gente que nos rodea, y todos esto a un precio aun mayor.

De eso es lo se trata unirse a El Club 99.

Proverbios 28:25
El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera.

Salmo 37:4
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Salmo 118:24
Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...