miércoles, 23 de agosto de 2023

HOMILIA Domingo vigesimoprimero del TIEMPO ORDINARIO cA (27 de agosto de 2023)


 Domingo vigesimoprimero del TIEMPO ORDINARIO cA (27 de agosto de 2023)

Primera: Isaías 22, 19-23; Salmo: Sal 137, 1-3. 6. 8bc; Segunda: Romanos 11, 33-36; Evangelio: Mateo 16, 13-20

Nexo entre las LECTURAS

La figura de Pedro, que confiesa a Jesús Mesías e Hijo de Dios, llena la escena litúrgica de este Domingo. Jesús lo constituye ‘Roca’ de la Iglesia, le da las llaves del Reino y le otorga el poder de atar y desatar (Evangelio). La primera lectura nos habla de Eliaquín, elegido por Dios para ser mayordomo de palacio, en tiempos del rey Ezequías, y que prefigura a Pedro: "El será padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré en sus manos las llaves del palacio de David". San Pablo, en la segunda lectura, se asombra de las decisiones insondables de Dios y de sus inescrutables caminos respecto al pueblo de Israel. La liturgia nos permite maravillarnos y sobrecogernos ante el gran misterio de la elección de Pedro para ser Roca y Mayordomo de su Iglesia y desde él, poder pensar y rezar nuestra vocación. Recemos por el Papa Francisco, sus intenciones y necesidades, su salud y santidad.

Temas...

¿Quién dice la gente que es Jesús? Acabamos de escuchar una escena bien conocida de todos. Aquella ocasión en que Jesús pregunta a sus discípulos sobre la opinión que la gente tiene de Él: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?". Lo que le contestan está inspirado en las similitudes de Jesús con algunos personajes conocidos de sus seguidores: que si Juan el Bautista, o Elías, o Jeremías, o algún otro de los profetas. Piensan en alguien del pasado que vuelve a actuar. En el fondo, Jesús les recuerda a alguien.

Más allá de la escena que se nos ha recordado, es importante que nos fijemos en nuestro tiempo actual. Si Jesús nos hiciera hoy esta misma pregunta, ¿qué le contestaríamos? ¿Qué dice la gente que es Jesús? Quizás algunos dirían que es un personaje del pasado, importante en la historia; o que es un modelo ético, un modelo de comportamiento a imitar; o alguien a quien se recurre en la dificultad; o bien el amigo, alguien a quien se ama en profundidad; o alguien a quien tener en cuenta en la vida personal, pero sin necesidad de vivirlo y de celebrarlo comunitariamente; o alguien que no me dice nada en mi vida particular; o bien, que es el salvador de la humanidad; Muchas y distintas respuestas, entre otras que cada uno podíamos añadir.

Y para ti, ¿quién es Jesús? Pero Jesús quiere ir más allá. No le basta con conocer el estado de opinión de la gente, sino que busca una respuesta personal de cada uno de sus discípulos. Quiere que cada cual dé la suya: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Una vez más es Pedro quien toma la palabra y contesta: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". No se trata de una respuesta nueva ni original. Precisamente, poco tiempo antes, según leíamos hace dos Domingos en concreto, los discípulos al comprobar que Jesús andaba sobre las aguas, también proclamaron: "Realmente eres Hijo de Dios",

Se trata de respuestas que no hacen referencia al pasado, sino que hablan del presente, de quién es Jesús para cada uno de ellos. Una respuesta que Parte de su propia experiencia. Y, por encima de todo, parte de la acción del Padre que es quien revela que Jesús es su propio Hijo,

Y nosotros, ¿quién decimos que es Jesús? No consiste en buscar y dar una respuesta ya sabida, o en que otros contesten por mí. Cada cual, con sus propias palabras, a partir de su propia experiencia personal, debiera responder con sencillez y con sinceridad: ¿Quién es para mi, aquí y ahora, Jesús? Ojalá que, como Simón, mereciéramos que de la boca de Jesús volviera a surgir la bienaventuranza: "¡Dichoso, bienaventurado, tú, Simón!"

Ser piedra y encargarse de las llaves. A partir de su respuesta, Jesús le da dos atribuciones: ser piedra y encargarse de las llaves del Reino (mayordomo).

Ser piedra, buen fundamento para la construcción de la comunidad, hasta el punto de ser capaz de resistir contra el mal. A pesar de la debilidad, de las dificultades, de los temores, tenemos un fundamento firme en el que apoyarnos, porque tiene la garantía dada por la palabra del mismo Jesús.

encargarse de las llaves del Reino. El mismo poder que se da también a los otros discípulos, a la comunidad entera: "Lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo" Construir la fraternidad, la aceptación mutua, el perdón, la reconciliación, es una tarea que corresponde a Pedro, que corresponde a la Iglesia entera.

Pedro ha de ser piedra de fundamento para la Iglesia y ha de ayudar a construir la unidad y la reconciliación en su interior. Una tarea que también nos implica a cada uno de nosotros. Depende, en parte, de nosotros que nuestra comunidad siga viva, testimoniando a Jesús en medio de nuestro (pueblo, barrio, comunidad). Depende de nuestra colaboración que en su interior haya unidad, aceptación mutua, perdón, reconciliación. Todos nosotros somos portadores de estos dones allí donde tiene lugar nuestra vida: en casa, con los compañeros de trabajo y de estudio, con los vecinos...

Que nos acompañe siempre la gracia del Señor que recibimos en esta Eucaristía

HOMILIA VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024)

  VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (29 de marzo 2024) Primera : Isaías 52,13 – 53,12;  Salmo : Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25;  Segunda :...